En los últimos años, los comercios europeos han enfrentado una creciente presión regulatoria, especialmente en materia de sostenibilidad. Este fenómeno, descrito como un «tsunami legislativo», se ha intensificado durante 2023, año en el que se aprobaron casi 700 normas relacionadas con la sostenibilidad en toda Europa. La tendencia refleja una clara apuesta de la Unión Europea por impulsar prácticas más ecológicas y responsables, pero al mismo tiempo, plantea desafíos significativos para los negocios, que deben adaptarse rápidamente a un marco regulador cada vez más complejo.
España: A la Espera de la Ley del Desperdicio y Nuevas Normas en 2025
En España, la situación no es diferente. A la espera de la nueva Ley del Desperdicio, que busca reducir la generación de residuos en la cadena de producción y consumo, se anticipan más cambios para 2025. Entre las novedades legislativas destacan la introducción obligatoria de envases reutilizables y la certificación de que los productos no utilizan cultivos provenientes de zonas deforestadas. Estas medidas buscan alinear al país con los objetivos de sostenibilidad de la UE, pero también implican nuevos costos y procesos de adaptación para los comercios que deberán cumplir con las exigencias.
Un Incremento Constante de la Carga Normativa
La avalancha de normativas no es un fenómeno reciente, sino que ha venido en aumento constante desde antes de la pandemia. En 2019, se registraron 476 normas relacionadas con la sostenibilidad, lo que equivale a un promedio de 1,3 normas diarias. Desde entonces, la cifra ha continuado creciendo, reflejando una clara prioridad legislativa en la agenda europea. Esta escalada normativa está poniendo a prueba la capacidad de adaptación de los negocios, especialmente los más pequeños, que a menudo carecen de recursos suficientes para implementar todos los cambios requeridos.
El Enfoque en la Legislación Medioambiental
Un aspecto destacado de esta oleada reguladora es que casi la mitad de las normas aprobadas en 2023 están relacionadas con el medioambiente. De los 700 textos legales, 486 se centran en aspectos medioambientales, como la reducción de emisiones, el uso de energías renovables, la gestión de residuos y la protección de la biodiversidad. Estas regulaciones son esenciales para cumplir con los objetivos del Pacto Verde Europeo, pero la rapidez y el volumen de su implementación están generando preocupación entre los empresarios.
¿Adaptarse o Ahogarse?
La transición hacia una economía más sostenible es un objetivo que comparten tanto gobiernos como empresas, pero el ritmo de la implementación legislativa está causando incertidumbre en el sector comercial. Muchos negocios, especialmente las pequeñas y medianas empresas, consideran que no tienen el tiempo ni los recursos para adaptarse tan rápido a estos cambios sin comprometer su viabilidad. Aunque las normativas buscan fomentar un futuro más verde, los comercios se sienten abrumados por la necesidad constante de actualizar sus prácticas para cumplir con la legislación.
Para muchas empresas, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre cumplir con las nuevas normativas y mantener sus operaciones rentables. Los expertos señalan la necesidad de políticas que brinden apoyo y flexibilidad a los negocios en esta transición, como incentivos fiscales, programas de asesoría y períodos de adaptación más largos para implementar las medidas requeridas. Solo así podrán mantenerse a flote y contribuir de manera efectiva a los objetivos medioambientales.
Hacia un Futuro Más Sostenible, Pero con Obstáculos
La escalada de normativas relacionadas con la sostenibilidad refleja un cambio necesario para proteger el medioambiente y avanzar hacia una economía más circular. Sin embargo, el impacto que estas regulaciones están teniendo en los comercios pone de manifiesto la necesidad de una implementación más equilibrada y de medidas que ayuden a las empresas a adaptarse sin comprometer su sostenibilidad financiera.
El reto para los próximos años será encontrar la forma de armonizar la presión legislativa con el apoyo necesario para que los negocios puedan asumir estas obligaciones. De lo contrario, el tsunami legislativo que busca construir un futuro más verde podría terminar ahogando a los comercios en el proceso.